Historia

El Centro de Arqueología Urbana fue fundado por Resolución de 1991 a partir de un Programa de Investigación preexistente, que desde 1985 se llevaba a cabo en el Instituto de Arte Americano para estudiar temas relativos al mundo prehispánico. Pero la dedicación casi absoluta a la arqueología de Buenos Aires fue definiendo un nuevo perfil que se concretó de esta manera.

El objetivo central que se estableció, en una época en que no había otros centros dedicados a este tema, era el de desarrollar estudios sobre la vida cotidiana y la arquitectura en la ciudad, desde una perspectiva básicamente arqueológica. Era tratar de entender una ciudad compleja, su hábitat y sus formas de uso en todos los niveles sociales, a través del registro material. Sobre esto casi nada se había hecho y abría grandes posibilidades de investigación, las que se fueron sedimentando a través de docenas de excavaciones y libros publicados.

Con los años el CAU se fue transformando, gracias a su espíritu interdisciplinario, en una forma de entender el pasado, que la comunidad aceptó con interés y los medios de difusión lo difunden de manera estable.

Incluso fueron surgiendo otros espacios similares en el país con los que se trabaja en conjunto, se reciben habitualmente materiales arqueológicos para su clasificación y estudio o restauración. Hoy podemos asesorar proyectos similares en el continente.

En el año 2003 se firmó un convenio con el Gobierno de la Ciudad para trabajar de manera conjunta, siendo el CAU depositario de gran parte del patrimonio de la ciudad en sus depósitos, clasificados según indica la ley correspondiente. Asimismo es sitio donde trabajan becarios, investigadores o personal de apoyo del CONICET de manera estable.

La producción científica del CAU en todos estos años es enorme, difícil de enlistar, pero sin duda hay más de un centenar de sitios ya excavados y estudiados.

Otro tema que tuvo amplio desarrollo fue el de la conservación y restauración de objetos históricos provenientes de excavaciones y hoy han pasado y siguen colaborando docenas de pasantes de otras instituciones, ya que es el único sitio que restaura este tipo de material en la ciudad. De esta manera, un Centro que fue creciendo lentamente a partir de un esfuerzo pionero, hoy permite enfrentar grandes proyectos en conjunto con instituciones de primer nivel en la ciudad y en lo nacional.