Hallazgos arqueológicos en la Casa de Liniers: conservación y restauración de un plato de mayólica Ichtuknee azul sobre blanco (1600 – 1650)
Estas notas tienen por objeto mantener a los interesados en contacto con las excavaciones y hallazgos que se llevan a cabo en el trabajo encarado por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, dado el interés que ha despertado este conjunto de los siglos XVII y XVIII debajo de la que fuera la casa del Virrey Liniers en San Telmo. En este artículo, que es el número 16 de la serie y escrito por Patricia Frazzi en el año 2012, se hace mención a la conservación y restauración de un plato de mayólica Ichtuknee azul sobre blanco (1600 – 1650).
Cada objeto o conjunto de fragmentos hallados en un contexto arqueológico es un caso único para la conservación y restauración.
Las particularidades de cada contexto, las marcas de uso y los factores postepositacionales que entran en contacto con los artefactos les dan características específicas. En lo referente al sedimento de esta excavación se realizaron pruebas para comprobar la presencia de cloruros y para medir el pH, dando un resultado negativo en el primer caso y 6,5, es decir casi neutro en el segundo, teniendo en cuenta que 7 es neutro, dentro de la escala que va del 1 (ácido) a 14 (alcalino).
En este caso, los fragmentos de esto plato fueron armados luego de haber sido limpiados y secados para su identificación.
La limpieza consistió en un lavado con agua corriente con cepillos de pelos suaves para poder retirar el sedimento que estaba muy adherido, especialmente en los sustratos más porosos. El secado se realizó sobre rejillas plásticas y en un ambiente interno para evitar la evaporación brusca del agua absorbida.
Luego de separar los materiales según materia prima, vidrio, hueso, mayólica, cerámica de baja cocción y metal, se comenzó el remontaje de los fragmentos del plato. La forma, el diseño y el color fueron factores determinantes para juntar todas las partes posibles de este objeto. La adhesión se comenzó luego de agotar todas las posibilidades entre los fragmentos encontrados en un mismo sector de la excavación.
Una vez pegadas las partes que coincidían se observó que se contaba aproximadamente con un 40% del plato y que se hallaba dividido en tres partes, el de mayor tamaño consta de 12 fragmentos adheridos, le sigue el de cuatro y por último un tiesto suelto.
Se decidió no hacer reintegro volumétrico y montar el plato en un embalaje de espuma de polietileno calada con la forma de las tres partes antes mencionadas siguiendo la frecuencia del diseño con el fin de poder reconstruir visualmente la forma completa. Se realizó una caja de cartón corrugado plástico como soporte rígido, rotulada con el nombre del sitio arqueológico y una pequeña imagen del objeto para una fácil identificación sin necesidad de abrir el embalaje.
Se realizó una ficha técnica donde se describen los pasos realizados, las metodologías y materiales utilizados, como así también las recomendaciones de conservación preventiva para la preservación del objeto.
Agradecemos la colaboración de María Lila Madambashi, alumna de la carrera de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad del Museo Social Argentino.