Teyú Cuaré: Recomendaciones mínimas de acciones de preservación
El informe técnico titulado «Recomendaciones mínimas de acciones de preservación» fue realizado el 1º de marzo de 2016 por la Lic. Patricia Frazzi (Restauradora – Conservadora) y el Dr. Daniel Schávelzon (Coordinador general del proyecto) sobre los trabajos realizados en la locación arqueológica de la Ruinas del Parque Teyú Cuaré, provincia de Misiones (Argentina).
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En base a la necesidad de preservar en forma urgente los dos edificios principales del parque de Teyú Cuaré, debido al proceso de degradación natural y antrópico, es que hacemos las siguientes recomendaciones.
Estas medidas están pensadas para poder realizarlas lo antes posible, sin presupuestos especiales y con los recursos humanos disponibles en el parque o la ayuda necesaria. Son acciones de primeros auxilios para evitar mayores deterioros lo que no excluye acciones a mediano y largo plazo planificadas de acuerdo a un diagnóstico exhaustivo.
Exhibimos algunas fotos que muestran el avance del deterioro para mostrar la necesidad de actuar de forma acelerada ya que la vegetación crece con enorme velocidad, y la gente destruye en aras de encontrar supuestos tesoros o llevar un “recuerdo”.
La acción de los guardaparques es excelente –destacamos su excelencia-, pero resulta imposible ante la dimensión del sitio y los múltiples accesos.
Acciones para las Estructuras I y II, ubicadas a un lado del sendero
1.- Evitar señalizaciones que, a la vez que discutibles, provocan acciones vandálicas tratando de encontrar “tesoros” o llevarse recuerdos al asociarse a personalidades históricas.
2.- Limpiar el entorno de las dos casas al menos un metros a su alrededor, aunque se recomienda dejar un perímetro de dos metros libre de vegetación. Si fuese posible dos. Se lo ha hecho en parte a fines del año pasado pero la parte posterior, la más compleja para liberar, es precisamente la que más esfuerzos destructivos genera.
4.- Es importante evitar el ingreso de visitantes dentro de los edificios. Para evitarlo, se recomienda:
– Cerrar las puertas y ventanas de manera simple pero clara para evitar el ingreso. De ser posible colocar un cartel indicador que indique: “se prohíbe la entrada por peligro de derrumbe”.
– Mantener la zona bajo la supervisión de los guardaparques en los horarios de visitas al público o de personal al efecto.
– Liberar el entorno a las dos casas para que los visitantes puedan darle la vuelta, verla desde todas partes sin querer entrar en ellas. Insistimos en que debe poderse recorrer en todo su alrededor.
– Retirar las piedras de la Estructura II que permiten el acceso por la pared en lugar de por la puerta.
5.- Liberar las paredes de plantas siempre que sus raíces no ayuden a sostener la estructura. En esos casos cortar la parte superior del tronco y sus ramas, nada más, para evitar el derrumbe.
6.- Quitar los troncos frente a la Estructura II y dejar tocones para sentarse, con la intención de generar un espacio de descanso sin necesidad de sentarse en las piedras. Eso puede formar una pequeña plaza para futuros bancos. Y colocar un canasto de basura en el sitio.
7.- Mejorar y ampliar el final del sendero frente al río, de forma que el visitante tenga un lugar más cómodo, en donde sentarse, bañarse o pescar, cambiando el eje de interés de “explorar” las ruinas, al haber un lugar de esparcimiento. Quitando vegetación y moviendo un poco de tierra se puede formar una mínima playa, incluso con uno o dos tocones de madera para sentarse.
8.- Correr el sendero entre ambas casas un par de metros hacia el Este, en el sitio en que hay un gran pozo y el mal llamado “acueducto” (en realidad un camino empedrado), para que los visitantes no sigan moviendo las piedras para ver qué hay dentro o debajo, ya que solamente hay un piso de tierra, pero se va destruyendo la estructura piedra a piedra.
9.- Retirar los fragmentos de marcos de ventanas y puertas que están en los pisos, dentro y fuera de las construcciones, para guardarlos y evitar su saqueo.