Hallazgos arqueológicos en la Casa de Liniers: objetos recortados de tinajas coloniales
Estas notas tienen por objeto mantener a los interesados en contacto con las excavaciones y hallazgos que se llevan a cabo en el trabajo encarado por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, dado el interés que ha despertado este conjunto de los siglos XVII y XVIII debajo de la que fuera la casa del Virrey Liniers en San Telmo. En este artículo, que es el número 9 de la serie y escrito en el año 2012, se hace mención al hallazgo de objetos recortados de tinajas coloniales.
En todas las excavaciones de Buenos Aires que se han hecho en sitios que contienen objetos anteriores a cerca de 1850, es habitual encontrar unos objetos redondos hechos con fragmentos de vasijas o platos rotos. Tienen generalmente entre 3 y siete centímetros y los bordes ligeramente trabajados para darles su forma. Se usaban con tres funciones: fichas de chaquete las menores, tapas de tinajas las mayores y torteros de hilar las que tienen un agujero central como una que mostramos en una nota anterior. Las dos encontradas en la Casa de Liniers son una proveniente de una tinaja colonial y la otra de una teja de techo.
No son nada extraño, era parte de la cocina y la rutina cuando no había otra cosa con que cerrar una botija, esas vasijas redondas que llegaban desde Sevilla en su mayoría con aceite fino. Y esa debió ser la función de la que aquí mostramos.
Pero… siempre hay algo que no tiene explicación (o es difícil de hallar): un gran fragmento cortado de forma rectangular. Es cierto que hay otros objetos cerámicos que han sido recortados con funciones desconocidas, o que imaginamos, como las bases de los platos cuando se rompían los bordes y se ponían sobre el fuego para usarlos como si fueran una “plancha” moderna, y muchas otras que en los años hemos ido comprendiendo, pero ¿rectangular? Porque eso no es natural, nada se rompe solo en ángulo recto, no existen en la naturaleza. Y al menos tres lados son notablemente rectos y paralelos. Queda como otra incógnita más de este interesante sitio del pasado porteño.